En 2017 renunciamos a nuestros trabajos, compramos pasajes y recorrimos Europa durante tres meses. Encontramos muchos motivos para viajar, un rato de a dos, un rato cada unx por su cuenta: un casamiento en Munich, un concierto de Radiohead en Florencia, visitar amigas en Londres y Berlín, ir a la Villa Tugendhat entre otros. Cuando el recorrido iba llegando a su fin, salieron -como en un diario íntimo- estas palabras.

Londres: preguntas y reflexiones sobre el viaje

Martes, 25 de julio de 2017
Hampstead Heath, Londres

Hoy un rayo de sol me emocionó, me hizo reír. Disfruto mucho cuando la risa me encuentra sola y desprevenida, rodeada de extraños que no miran.
Y si mirasen, ¿qué pensarían?
Londres es ruidosa y no tiene verano. Llevo una semana acá y vi el sol sólo en dos ocasiones, una fue hoy. Hace frío y en general llueve. El pronóstico para las próximas semanas se mantiene igual. Quedaron atrás los días de bikini y protector solar. Empieza a cerrarse una etapa.

Llegué caminando a Parliament Hill, me senté en un banco dedicado a un matrimonio y me saqué las sandalias. Ahora siento el viento fresco en el cuello y el calor del sol, que cada tanto se asoma, en los pies. El ruido de la ciudad quedó silenciado casi por completo. Un grupo de veinte oficinistas -hombres y mujeres sentados en rondas separadas- completan el paisaje. De fondo Londres con sus rascacielos y edificios extraños.

Cuando se van los oficinistas y queda el silencio, el sol vuelve a asomarse tímidamente. Es la hora del almuerzo y parece ser un día adecuado para salir de picnic. Después de una semana de pensamientos enredados, me siento cómoda. Extraño compartir, pero me gusta tener tiempo para sentarme y escribir. Vuelvo a mí y la soledad se siente bien.

Pienso en los lugares que siempre sorprenden. Saco una foto.

Un señor en joggins y buzo canguro me pide permiso para compartir el banco en el que estoy sentada.
May I?
Of course! le respondo.
Él también toma una foto con su teléfono, pero antes mira mis pies desnudos y después su pantalla. Tal vez le incomoda ver mi piel. Manda un mensajito, prepara la cámara y saca la foto. Adelante nuestro, en el pasto, una señora tumbada juega con su perro, ella saca la misma foto mientras él se revuelca a su lado demandando cariño.

¿Cuántas veces habrá venido el señor a correr por acá? ¿Y cuántas la señora con el perro? ¿Sacarán una foto cada vez?

Mientras los perros se revuelcan en el pasto, un recién nacido llora y no quiere tomar la mamadera. Un grupo de chicxs de primaria corren, van de acá para allá, imagino que buscando un tesoro. Alguien atrás mío comenta que este es el punto más alto de la ciudad.


Todas las fotos fueron tomadas desde Parliament Hill con una Canon AE-1 el 25 de julio de 2017. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *