Amsterdam es una ciudad increíble y hay muchísimas cosas para hacer, calles por caminar, canales en los que quedarse observando el agua pasar. Como siempre, nuestras recomendaciones están ligadas a paseos alternativos a pie, visitas a librerías, cafés y museos. Si además de (o en lugar de) caminar por la zona roja, visitar algún coffeeshop y hacer la experiencia Heineken prefieren perderse por las callecitas y canales en busca del lado B de Amsterdam, pongan la pava, que se vienen los tips cósmicos.

flores rosas y violetas del mercado flotante de Amsterdam

La segunda vez que fui a Amsterdam quise tener una experiencia más tranquila, hospedarme fuera del centro y dedicar los días a caminar sin rumbo, atravesando canales y espiando a través de las ventanas de las casas. Pequé de voyeur, sí, pero no hay nada que disfrute más que poder ver, al menos por una milésima de segundo, la vida dentro de una casa ajena. Es sólo un momentito, no deseo conocer las historias y personas que allí viven. Tampoco me interesa particularmente el mobiliario, sino un instante. Como una foto en movimiento, 24 fotogramas, o un boomerang de Instagram. Sólo aquel pequeño segundo en que giro mi cabeza y veo una lámpara, un sillón y una persona tomando su té. A eso nos dedicamos con mi amiga Hermi los tres días que paseamos por la capital de Países Bajos en 2017. A caminar y a comer, charlar, visitar algunos museos, degustar quesos y disfrutar de las pequeñas cosas. No voy a mentirles, tuvimos suerte con el clima de agosto que no fue ni muy caluroso ni lluvioso y eso nos permitió explorar la ciudad con tranquilidad.

Museos de Amsterdam

Si desean visitar el Museo Van Gogh, que es increíble, hay que reservar entradas con anticipación, sobre todo si viajan en temporada alta. Este espacio tiene la colección más impresionante del mundo de obras del artista y todas en un mismo lugar. Para quienes hayan visitado el Museo de Orsay en París o el MoMA en Nueva York, probablemente hayan visto sus obras más emblemáticas, pero dispersas y en diálogo con otras obras de artistas varios, con otra información. Lo genial del Museo de Van Gogh en Amsterdam es que está dedicado enteramente a su obra, lo que les permitirá sumergirse de un salto en su historia y sus particulares pinceladas.

Muy cerca de allí está el Vondelpark, un parque hermosísimo para descansar luego de la visita al museo. Además, si disfrutan del arte más tradicional ahí mismo se encuentra el Rijksmuseum. Y si les interesa el arte urbano y algo más contemporáneo el Museo Moco no defraudará.

Graffiti de Banksy sobre un camión azul en el Moco museum de Amsterdam

Otro museo fascinante de la ciudad es la Casa de Ana Frank. Seguramente hayan escuchado su nombre y probablemente hayan leído El diario de Ana Frank, el diario íntimo publicado por Otto, su padre, después de la segunda guerra mundial. Allí, la pequeña Ana relata la persecución y su vida en la clandestinidad con su familia y otras personas judías que fueron perseguidas por su religión y se escondieron durante dos años en el anexo secreto de unos almacenes en pleno Amsterdam. La reconstrucción de su historia personal y la Historia con mayúscula lleva la fuerte bandera de la Memoria. La divulgación y la importancia de este libro sigue aún vigente. Recomendamos dedicarle una mañana entera, seguramente les impactará visitar la casa que tan bien describe esta niña en plena guerra y así recordar y poder transmitir su historia. Esta visita es realmente imperdible y, por supuesto, única.

Ahora una confesión: mi museo preferido de Amsterdam es uno un poquito menos visitado: el EYE Filmmuseum. Este complejo está del otro lado del río, y se dedica enteramente a la historia del cine. Cada vez que visito una ciudad intento ir al museo del cine local, y éste superó mis expectativas (casi tanto como el de Berlín). El EYE no es genial solamente por sus exposiciones, es el conjunto y su concepción de la museología lo que lo hace tan especial. Además es un espacio de conservación: el EYE tiene una colección de 37 mil films, fotografías y documentación sobre el cine local e internacional.

Su edificio futurista es muy particular. Lo pueden ver desde lejos, antes de cruzar el río con el barquito que nos lleva al otro lado de manera gratuita. Al acercarse la inmensidad y el modernismo nos envolvieron y a pesar de que la entrada era un poco costosa no pudimos negarnos a entrar (¡por suerte!).

Cuando lo visitamos había una exhibición temporal dedicada a Scorcese. Pero la que más nos gustó fue la colección permanente, que podrán ver si visitan el museo. Orientada al espectador, ofrece una experiencia completamente inmersiva. La muestra es interactiva a la vez que informativa. La historia del cine es contada a través de juegos y, por supuesto, imágenes, además de tecnología que podrán probar en el lugar. Incluso podrán viajar a la luna como si estuvieran en la famosa película de Méliès o entrar en una máquina del tiempo que les llevará por diferentes momentos de la historia del cine. Haciendo clic aquí podrán ver uno de los vídeos resultado de uno de los juegos interactivos.

El EYE es un lugar de encuentro, cuenta con cuatro salas de cine, una librería especializada súper completa, un café panorámico y un shop que les dejará sin palabras y sin un euro: querrán llevarse de todo. La visita no puede terminar sin disfrutar de sentarse en su café al borde del río con una vista espectacular.

Edificios de Amsterdam: el EYE museum visto desde el río
Edificio de Amsterdam: el futurista EYE museum
café panorámico del EYE museum en Ámsterdam,  haymuchísimas mesas adentro y afuera con vista al río

Paseos a pie por Amsterdam

Al Begijnhof hay que entrar en silencio. En las viviendas que rodean esta plaza medieval vivían en el siglo XIV las hermanas beatas, una asociación independiente de mujeres cristianas, ya desaparecida. Las beguinas vivían en comunidad y eran espirituales, pero sus reglas no eran tan estrictas: podían conservar sus propiedades y si lo deseaban, eran libres de dejar la comunidad.

Estos grupos de mujeres se juntaron espontáneamente en diferentes puntos de Europa, principalmente Alemania, Países Bajos y Bélgica, y cada beguinaje era autónomo. Se dedicaban a las actividades manuales y a asistir a enfermxs en los hospitales cercanos. Además de su fuerte espiritualidad muchas de ellas eran poetas y cultivaban el conocimiento y desarrollo artístico. Por supuesto, en un momento fueron consideradas herejes y perseguidas violentamente por la Iglesia católica a la cual rechazaban, sin embargo en otros tiempos fueron ignoradas y subsistieron. Hoy en día en el Begijnhof de Amsterdam se hospedan jóvenes mujeres estudiantes, y si bien no es un espacio público se aceptan las visitas (en criollo: pasar a chusmear discretamente).

Begijnhof de Amsterdam, plaza medieval con césped, estatua y edificios de viviendas de mujeres

Cerca de ahí descubrimos una librería muy particular: Mendo. Se especializa en fotografía, moda, viajes, arquitectura y diseño gráfico y es realmente muy única y moderna. Si les interesan esas temáticas vale la pena la visita, además de la tienda que es preciosa, tiene unas ediciones fantásticas. Paseando sin rumbo fuimos entrando en cada complejo de edificios que dejaba su puerta abierta, descubriendo patios y nuevos callejones. En una de esas vueltas y sin alejarnos más de cinco minutos de la librería nos topamos con un lugar ideal para una pausa de café (o cerveza). Atravesando un simpático pasillo con mesitas en el exterior se ingresa a Zeppos, un café bar súper tranquilo para descansar o leer un rato.

Otro paseo fantástico para fans de las plantas y flores es el Bloemenmarkt, mercado flotante de Amsterdam. Allí encontrarán muchísimos tipos diferentes de semillas, flores y tulipanes. Se perderán entre los hermosos colores y toda su oferta. Después de esa visita les recomendamos acercarse a las queserías que están junto al mercado, donde podrán degustarlos de manera gratuita y luego elegir el que más les gusta para comprar. Hay muchísimos tipos diferentes de queso y son todos deliciosos. De casualidad, o no, ambas veces que pasé por Amsterdam elegí los quesos de Kaaskelder Henri Willig. Me llamó la atención la fachada del local, entré y no me pude resistir a probar.

Si lo que les gusta es caminar, pueden hacer un free walking tour para conocer la historia de la ciudad y recorrerla a pie. En esa ocasión probamos el Tour de White Umbrella y nos gustó mucho. Sirve para orientarse por la ciudad y luego salir por su cuenta a pasear por los canales, viendo y espiando las casitas torcidas por el tiempo y el movimiento del agua, que se encuentran a ambos lados de los canales. Luego podrán perderse por las calles de la ciudad, que es la mejor parte de una visita tranquila a Amsterdam. Si chequean la web de Civitatis verán todos los tours gratuitos (y de pago) que ofrecen en Amsterdam.

¿Dónde hospedarse?

canal en Amsterdam, río, árboles verdes y casitas sobre el agua

Amsterdam es una ciudad bastante costosa y también es un lugar donde hay mucho turismo joven. Si lo que buscan es mochilear pero no caer en los hostels ruidosos una gran opción es el Stayokay Amsterdam Oost, ubicado en el barrio Zeeburg.

Descubrí este hostal la segunda vez que estuve en Amsterdam después de una pésima experiencia en la primera visita y volvería a repetirlo. El Stayokay es muy grande y puede acoger muchísima gente pero está bien insonorizado y mantiene una sensación de calma e intimidad que son importantes para el tipo de viaje tranquilo que estábamos haciendo. Las habitaciones son amplias y hay un espacio considerable entre cama y cama. Hay cuartos compartidos y también se puede reservar por grupo. El costo por noche ronda los 30 euros por persona en temporada alta, lo cual es aceptable para Amsterdam. Además está un poquito alejado del centro, a distancia caminable, y el recorrido es precioso.

La caminata entre el hostal y las principales atracciones de la ciudad es un paseo en sí mismo: Cada mañana nos levantábamos y caminábamos recorriendo los canales hasta encontrar un lugar lindo donde desayunar. Nuestro preferido, no muy local, pero con un café delicioso fue Tony’s NY City Bagels. La verdad es que llegamos a este lugar investigando y comparando precios entre Booking y Hostelworld y no nos arrepentimos. La misma cadena StayOkay tiene un hostal en Vondelpark, mucho más céntrico, para quienes prefieran ahorrarse la caminata matutina.

Más imágenes de Amsterdam

¿Todo listo para viajar a Amsterdam?

Artículo guardado con marcador en el explorador (en Chrome encuentran la estrellita arriba a la derecha). También pueden pinear alguna foto en Pinterest y volver cuantas veces quieran ♡

Mapa de mapa cósmico con todos los puntos marcados descargado para usar offline (en modo avión) en el teléfono. Si viajan desde el otro lado del Océano y necesitan estar online durante el viaje les recomendamos no activar el roaming, sino comprar una tarjeta SIM (o chip) para insertar en sus teléfonos y conectarse con 4g en todo Europa. Hemos comprado con HolaSIM desde Argentina y también hemos adquirido el chip de Level, Vodafone o SFR al llegar a Europa en sus tiendas. Incluso los venden en algunos aeropuertos y ya en las ciudades en los kioskos y tabacs.

Calzado cómodo para caminar: Es importantísimo tener un calzado que resulte cómodo por horas. En este momento lo que mejor nos resulta son unas zapatillas deportivas impermeables, las compramos a muy buen precio en Decathlon y son de la marca Quechua, también se consiguen unas similares online. Nos han recomendado muchísimo las Skechers aunque aún no las hemos probado.

Pasaporte, obviamente.

Seguro de viaje: Nunca salimos a la ruta sin tener una asistencia médica. Hay coberturas por viaje o anuales, que les aseguran un viaje tranquilo, sin tener que preocuparse

Hospedaje y pasajes: Ya les hemos comentado que utilizamos Booking y Hostelworld para encontrar departamentos u hostales para nuestras estadías. Además, para comparar precios de pasajes y elegir los más convenientes utilizamos Omio, ¡nunca falla!

Práctica de palabras básicas en holandés o inglés: Afortunadamente en los Paises Bajos se habla muchísimo inglés y no necesitarán aprender frases (para nosotrxs) impronunciables en holandés. Sin embargo para quienes quieran un desafío no perderán el tiempo jugando al mismo tiempo que aprenden. Para esto, nos gusta mucho la app Babbel, que es super pedagógica y a través de actividades se va ejercitando el idioma que elijamos aprender.

Dinero y tarjeta de crédito: A pesar de que preferiríamos no preocuparnos por el dinero, vivimos en un mundo capitalista y en una ciudad como Amsterdam algo consumiremos. Para evitar viajar con dinero en efectivo utilizamos el banco alemán N26, es una plataforma online que ofrece cuentas con mantenimiento gratuito y un diseño fantástico. Necesitarán una dirección donde recibir la tarjeta. Para enviar dinero desde su cuenta local (en nuestro caso Argentina) al banco pueden utilizar la plataforma Transferwise que no cobra demasiada comisión y es súper confiable. Si prefieren evitar estar bancarizados, consíganse un buen porta-valores.

Paraguas y protección solar. Porque nunca se sabe cómo estará el día en Amsterdam.

¿Qué más llevarían ustedes? ¡Les leemos en comentarios!

¿Planean hacer un Eurotrip?

Les invitamos a recorrer el blog y leer todos los artículos que hicimos sobre Europa. Además de algunos viajes con mochila por este continente, hace un año desembarcamos en Francia con una visa de vacaciones y trabajo. Trabajamos como guías de turismo y recopilamos muchas historias y amor por este país. Si quieren leer más, encontrar tips para visitar París y otras mágicas ciudades de Francia o tips para no gastar de más en Europa, y recomendaciones por fuera de los circuitos tradicionales, no duden en leer todos nuestros artículos.

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2 comentarios en “Amsterdam a pie: paseos por la ciudad”

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